Pasar muchas horas sentado frente al ordenador es una realidad para millones de personas que trabajan en oficinas. Este estilo de vida, si no se acompaña de hábitos saludables, puede tener consecuencias negativas tanto para la salud física como mental. Desde molestias musculares hasta fatiga crónica, malestar general o incluso bajo rendimiento laboral, todo influye si no se toman medidas a tiempo.
Pero la buena noticia es que mantener un estilo de vida saludable en la oficina es posible. Solo necesitas incorporar pequeños cambios en tu rutina diaria, como ajustar tu postura, mantenerte bien hidratado o preparar un menú equilibrado para llevar al trabajo. Incluso aspectos como la iluminación del puesto de trabajo o aprender a desconectar al terminar la jornada son claves para sentirte mejor.
En esta guía práctica te enseñamos cómo mantenernos saludables en la oficina con consejos útiles, soluciones aplicables desde hoy mismo y recomendaciones respaldadas por expertos en bienestar laboral.
👉 Si también te interesa el confort desde el punto de vista del mobiliario, puedes leer nuestro post sobre cómo saber si tu silla de oficina cumple con las normas de seguridad, donde analizamos los requisitos más importantes para cuidar tu espalda.
¿Por qué es importante mantenernos saludables en la oficina?
Trabajar en un entorno de oficina no debería ser sinónimo de sedentarismo, estrés o malos hábitos. Sin embargo, lo cierto es que muchas veces dejamos de lado nuestra salud por priorizar la productividad o por falta de tiempo. Y eso, a medio plazo, puede pasar factura.
Mantener hábitos saludables en la oficina no solo ayuda a prevenir problemas de salud como contracturas, fatiga visual, aumento de peso o dolor lumbar. También tiene un impacto directo en tu energía, tu concentración y tu motivación diaria.
Al cuidar de tu bienestar físico y emocional en el entorno laboral:
- Mejoras tu rendimiento y estás más motivado.
- Reduces la probabilidad de bajas médicas o lesiones por malas posturas.
- Potencias tu estado de ánimo y tu capacidad para resolver tareas complejas.
- Aprendes a respetar el horario laboral y desconectar, lo que mejora tu descanso.
Este equilibrio también se refleja en la relación con tus compañeros, el ambiente de trabajo y la percepción general de bienestar. En definitiva, estar saludable en la oficina te permite rendir mejor, sentirte mejor y vivir mejor.
👉 ¿Quieres un entorno más saludable desde el mobiliario? Descubre cómo mantener la oficina limpia y en perfecto estado influye directamente en la salud y bienestar laboral.
Alimentación saludable en el trabajo: qué comer y cómo organizarte
Mantener una alimentación equilibrada es clave para sostener un buen rendimiento en la oficina, evitar bajones de energía y reducir el estrés. Sin embargo, es habitual caer en la tentación de comer mal y con prisas cuando no se planifica bien.
Consejos para mejorar tu alimentación en la oficina
- Prepara un desayuno nutritivo antes de salir de casa. Avena, fruta fresca o tostadas integrales son opciones rápidas y energéticas.
- Lleva comida preparada desde casa. Dedica un rato el fin de semana para organizar un menú saludable que incluya verduras, cereales integrales y proteínas de calidad.
- Evita picoteos poco saludables. En su lugar, ten a mano frutos secos, yogures naturales o fruta.
- Hidrátate con frecuencia. Mantén una botella de agua en tu escritorio para favorecer la concentración y evitar la fatiga.
- Come lejos del ordenador. Realiza pausas activas para comer y desconectar unos minutos.
Errores comunes a evitar
- Saltarse el desayuno o el almuerzo por falta de tiempo.
- Comer de forma apresurada frente a la pantalla.
- Elegir productos ultraprocesados por comodidad.
Muévete más: claves para mantenerte activo durante tu jornada laboral
Estar sentado durante muchas horas seguidas puede acarrear graves problemas de salud, como contracturas, dolores musculares o incluso aumento de peso. La solución no es solo ir al gimnasio, sino incorporar hábitos de movimiento dentro de tu rutina de oficina.
Pequeñas acciones que marcan la diferencia
- Levántate cada hora para dar un pequeño paseo o estirarte.
- Evita el ascensor: usa las escaleras siempre que puedas.
- Coloca la impresora lejos de tu mesa para obligarte a moverte.
- Haz pausas activas: estiramientos suaves, rotaciones de cuello o ejercicios de respiración consciente pueden revitalizar tu cuerpo y mente.
- Cambia de postura frecuentemente. Si trabajas con un escritorio fijo, procura adoptar posiciones distintas para no sobrecargar siempre las mismas zonas musculares.
Complementa con mobiliario ergonómico
Una silla de oficina adecuada, junto con una mesa a la altura correcta, ayuda a prevenir molestias físicas derivadas de malas posturas. Si necesitas ideas para adaptar tu espacio, puedes leer esta guía sobre cómo elegir una silla de oficina duradera y cómoda.
Bienestar emocional en la oficina: cómo mantener la motivación y reducir el estrés
Pasar muchas horas en el trabajo puede ser agotador no solo físicamente, sino también mentalmente. Por eso, es fundamental cuidar el estado emocional y mantener un estilo de vida saludable también a nivel psicológico, lo que repercute directamente en tu rendimiento y satisfacción profesional.
Estrategias para mejorar el ánimo y reducir el estrés
- Respeta tu horario laboral: no te lleves trabajo a casa. Desconectar es parte del equilibrio.
- Haz pausas mentales: escucha música relajante, haz respiraciones profundas o da un pequeño paseo para despejarte.
- Evita saturarte con tareas para dar y regalar: prioriza, delega si puedes y establece tiempos realistas.
- No comas frente al ordenador: dedica un momento real a tu comida o tentempié, mejora tu digestión y tu concentración.
- Cuida tu espacio: un entorno ordenado y agradable ayuda a mantenerte más motivado y con mejor ánimo.
Motivación y actitud positiva como parte de tu jornada
Una actitud proactiva es clave para mantenerte enfocado y con buen ánimo. Si tu entorno lo permite, propón actividades como ejercicios de relajación grupal, pausas activas o incluso técnicas como el yoga o la respiración consciente. En este post sobre cómo mantenernos saludables en la oficina puedes descubrir consejos complementarios que refuerzan el bienestar en entornos de trabajo.
Alimentación saludable en el trabajo: cómo comer bien sin complicarte
Mantener una buena alimentación durante la jornada laboral es una de las claves para sentirte con energía, evitar bajones de rendimiento y cuidar tu salud a largo plazo. Aunque el ritmo diario sea intenso, comer sano en la oficina es totalmente posible con un poco de planificación.
Prepara un menú saludable con antelación
- Dedica un momento los fines de semana para elaborar un menú equilibrado que incluya verduras, cereales integrales y proteínas magras.
- Lleva comida de casa: evita comer cualquier cosa de camino o caer en la tentación del snack poco saludable.
- Incluye ‘snacks’ saludables como frutas, frutos secos, yogures naturales o bocadillos ligeros.
Consejos prácticos para no saltarte ninguna comida
- Prepara un desayuno nutritivo y empieza el día con energía. Puedes incluir avena, frutas o pan integral.
- Ten siempre una botella de agua en tu escritorio y establece recordatorios para mantenerte hidratado.
- Come algo a media mañana si tu jornada es larga, pero sin recurrir a opciones ultraprocesadas.
Evita errores comunes
- Comer frente al ordenador o en reuniones reduce la conciencia sobre lo que ingieres.
- No planificar tus comidas puede llevarte a acabar comiendo mal y rápido.
Además, si te interesa cómo aplicar estos hábitos saludables en un entorno bien diseñado, puedes inspirarte con nuestra guía para decorar un despacho profesional donde también se tratan aspectos como la organización del espacio para fomentar el bienestar general.
Actividad física en la oficina: pequeños hábitos que marcan una gran diferencia
Pasar muchas horas sentado puede acarrear graves problemas de salud como contracturas, dolores musculares, aumento de peso o fatiga crónica. La buena noticia es que no necesitas un gimnasio en la oficina para mantenerte activo: bastan algunos cambios sencillos en tu rutina diaria.
Evita permanecer sentado durante horas
- Levántate al menos una vez cada hora para dar pequeños paseos por tu zona de trabajo.
- Realiza estiramientos suaves que favorezcan la circulación y reduzcan la rigidez muscular.
- Evita el ascensor: subir escaleras es una forma eficaz de incorporar movimiento diario.
Incorpora pausas activas a tu jornada
- Programa pausas cortas cada 90 minutos para hacer ejercicios de movilidad.
- Prueba rutinas breves de yoga, que además de movimiento, ofrecen efectos anti-estrés y relajantes.
- Una alternativa innovadora es integrar espacios de trabajo ergonómicos como escritorios regulables en altura, que permiten alternar entre estar sentado y de pie.
Actividad física en la oficina: pequeños hábitos que marcan una gran diferencia
Pasar muchas horas sentado puede acarrear graves problemas de salud como contracturas, dolores musculares, aumento de peso o fatiga crónica. La buena noticia es que no necesitas un gimnasio en la oficina para mantenerte activo: bastan algunos cambios sencillos en tu rutina diaria.
Evita permanecer sentado durante horas
- Levántate al menos una vez cada hora para dar pequeños paseos por tu zona de trabajo.
- Realiza estiramientos suaves que favorezcan la circulación y reduzcan la rigidez muscular.
- Evita el ascensor: subir escaleras es una forma eficaz de incorporar movimiento diario.
Incorpora pausas activas a tu jornada
- Programa pausas cortas cada 90 minutos para hacer ejercicios de movilidad.
- Prueba rutinas breves de yoga, que además de movimiento, ofrecen efectos anti-estrés y relajantes.
- Una alternativa innovadora es integrar espacios de trabajo ergonómicos como escritorios regulables en altura, que permiten alternar entre estar sentado y de pie.
Hidratación: el hábito clave que siempre se olvida
Uno de los hábitos saludables en la oficina más infravalorados es la hidratación constante. Aunque parezca un detalle menor, beber agua de forma regular tiene un impacto directo en tu capacidad de concentración, tu nivel de energía y el buen funcionamiento del organismo. A menudo nos enfocamos en la alimentación o el ejercicio, pero olvidamos que el cuerpo también necesita mantenerse hidratado para rendir correctamente.
¿Cuánta agua deberías beber durante la jornada laboral?
La cantidad ideal puede variar según tu peso, actividad física y el entorno de trabajo (oficina con aire acondicionado, calor ambiental, etc.). Sin embargo, como regla general:
- Se recomienda consumir entre 1,5 y 2 litros de agua al día, preferiblemente distribuidos de forma regular.
- Si trabajas frente a pantallas, sueles hablar mucho o estás expuesto a temperaturas elevadas, tus necesidades de hidratación pueden ser mayores.
- El café o las bebidas azucaradas no sustituyen el agua. De hecho, pueden aumentar la pérdida de líquidos por su efecto diurético.
Consejos prácticos: ten siempre una botella en tu escritorio
- Utiliza una botella reutilizable para fomentar el consumo regular. Existen modelos con marcas de medición que te ayudan a seguir tu progreso diario.
- Colócala a la vista y al alcance de la mano: de este modo, beber agua se convierte en un acto automático, como pulsar una tecla o revisar el correo.
- Si lo prefieres, puedes añadir rodajas de fruta natural o infusiones suaves para darle sabor sin añadir calorías.
💡 Si te interesa crear un entorno laboral más saludable y funcional, no te pierdas nuestra guía sobre cómo mantener tus muebles de oficina limpios y en buen estado, donde también encontrarás consejos prácticos para evitar la acumulación de polvo, bacterias y olores.
Cómo mantenernos activos incluso sentados muchas horas
Permanecer sentado durante largos periodos puede generar tensión muscular, dolor lumbar, hinchazón de piernas y pérdida de concentración. Aunque tengas una silla ergonómica, no basta con una buena postura: es fundamental romper el sedentarismo con movimientos periódicos a lo largo del día.
Rutinas de estiramientos que puedes hacer en tu mesa
Incorporar microejercicios desde tu propio puesto de trabajo puede marcar la diferencia. Aquí algunas ideas:
- Estiramiento cervical: gira lentamente la cabeza hacia los lados y hacia abajo, manteniendo 10 segundos por posición.
- Movilidad de hombros: realiza círculos hacia adelante y hacia atrás con los hombros.
- Piernas activas: extiende una pierna recta delante de ti y mantén durante 5 segundos, alternando ambas.
- Muñecas y dedos: estira los dedos y realiza círculos con las muñecas para evitar tensiones por el uso del teclado.
Hazlos al menos dos veces cada hora, sin levantarte de la silla. Además, este tipo de pausas contribuyen a mejorar tu enfoque y productividad.
Cuándo levantarse y moverse: técnica del Pomodoro y más
Una de las mejores estrategias para alternar trabajo y movimiento es la técnica Pomodoro, que consiste en:
- Trabajar durante 25 minutos.
- Hacer una pausa activa de 5 minutos (caminar, estirarse, beber agua).
- Repetir el ciclo cuatro veces y luego tomar una pausa más larga de 15 a 30 minutos.
También puedes configurar recordatorios en tu ordenador o smartwatch para que te avisen de estos momentos de descanso. Lo importante es no dejar que pasen más de 45-50 minutos sin moverte del asiento.
Ejercicio físico leve para oficinas: camina, sube escaleras y más
Además de los estiramientos en tu mesa y las pausas activas con temporizador, incorporar movimiento leve a lo largo de la jornada tiene efectos muy positivos sobre tu salud cardiovascular, el tono muscular y tu bienestar general. Algunas prácticas sencillas y realistas para cualquier entorno laboral incluyen:
- Subir escaleras en lugar de usar el ascensor.
- Caminar mientras hablas por teléfono.
- Hacer una ruta corta dentro de la oficina cada dos horas.
- Ir a entregar documentos o hablar con un compañero en lugar de enviar un email.
- Utilizar baños o fuentes de agua en otra planta o zona del edificio.
Estas pequeñas acciones, si se repiten con constancia, pueden ayudarte a superar los 5.000 pasos diarios sin salir de la oficina. Si además combinas este hábito con una elección adecuada de mobiliario, como sillas ergonómicas que permiten libertad de movimiento, potenciarás tu comodidad y energía.
Consejos de ergonomía para tu escritorio
La ergonomía no solo trata de la postura corporal, sino de cómo se organiza todo tu espacio de trabajo para prevenir lesiones, aumentar la concentración y mejorar el confort. A continuación, te damos recomendaciones prácticas que puedes aplicar desde hoy.
Silla, pantalla y postura: ajustes que marcan la diferencia
Una correcta alineación entre silla, escritorio y pantalla puede reducir de forma notable la aparición de dolores cervicales, lumbares o de muñeca. Revisa estos ajustes:
- Altura de la silla: las rodillas deben formar un ángulo recto y los pies reposar completamente en el suelo.
- Pantalla a la altura de los ojos: evita flexionar el cuello mirando hacia abajo o hacia arriba.
- Reposabrazos regulables: ayudan a evitar tensión en hombros y brazos.
- Teclado y ratón: colócalos a la altura del codo y próximos al cuerpo.
Iluminación, temperatura y ruido: elementos que influyen en tu bienestar
Estos factores del entorno afectan tanto al confort como a la productividad:
- Luz natural indirecta es preferible a la iluminación artificial directa.
- Temperatura ideal entre 21 ºC y 23 ºC.
- Ruido ambiental bajo: evita distracciones y estrés.
Utilizar lámparas de escritorio regulables, pantallas de protección acústica o climatización silenciosa puede marcar una gran diferencia. Si trabajas en un espacio compartido, considera el uso de auriculares con cancelación de ruido para aumentar tu concentración.
Mobiliario que favorece un estilo de vida saludable
El mobiliario también puede fomentar hábitos positivos. Algunas soluciones recomendadas son:
- Sillas ergonómicas con respaldo ajustable y soporte lumbar.
- Escritorios elevables para alternar entre estar sentado y de pie.
- Reposapiés, soportes para monitor y alfombrillas ergonómicas.
Este tipo de mobiliario no solo mejora la postura, sino que impulsa un estilo de trabajo más dinámico.
5 hábitos saludables para incorporar desde hoy
Adoptar pequeñas rutinas puede marcar una gran diferencia en tu salud física y mental durante la jornada laboral. Estos 5 hábitos saludables son fáciles de aplicar y tienen efectos positivos inmediatos.
No te saltes el desayuno
El desayuno es la base de una jornada productiva. Saltártelo puede provocar bajadas de energía y mayor propensión a picoteos poco saludables.
Opta por un desayuno equilibrado con hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas y grasas saludables (por ejemplo: avena, yogur natural y fruta). Además, preparar un desayuno completo puede ayudarte a evitar la tentación de comer rápido y mal en el trabajo.
Camina después de comer
Dedicar unos minutos a caminar después de comer mejora la digestión, regula los niveles de azúcar en sangre y ayuda a despejar la mente. No hace falta recorrer largas distancias: una caminata de 10-15 minutos por los alrededores de tu oficina es suficiente.
Este hábito es especialmente beneficioso en entornos sedentarios, como los despachos profesionales, donde el movimiento es limitado. Por ello, conviene crear espacios que lo fomenten, como zonas comunes accesibles o áreas verdes cercanas.
Respeta tus descansos
No trabajar sin parar te hace más productivo, sino todo lo contrario. Aplicar técnicas como la técnica Pomodoro (25 minutos de trabajo + 5 de descanso) puede ayudarte a mantener la concentración durante todo el día.
Además, hacer pausas activas o simplemente desconectar unos minutos reduce el estrés acumulado. Recuerda que respetar tus descansos también implica desconectar del móvil o el correo durante ese tiempo.
Elige snacks naturales
Si necesitas picar entre horas, apuesta por opciones como frutos secos sin sal, fruta fresca, hummus con crudités o barritas de avena caseras.
Evita máquinas de vending y productos ultraprocesados que elevan el azúcar en sangre y generan picos de energía seguidos de fatiga. Para organizarte mejor, puedes preparar tus snacks junto con el resto de la comida semanal. En este otro post encontrarás más ideas en trucos para no engordar en la oficina.
Mantén limpio y ordenado tu espacio de trabajo
El orden en tu escritorio influye directamente en tu rendimiento. Un entorno limpio y organizado disminuye el estrés visual, mejora la eficiencia y crea una sensación de control.
Para mantenerlo así, utiliza cajoneras, clasificadores, bandejas y realiza una limpieza rápida cada viernes. Si tu espacio necesita una mejora más profunda, puedes consultar nuestras ideas de para decorar oficinas pequeñas que se adaptan a todo tipo de entornos.

Preguntas frecuentes sobre salud y oficina
¿Cómo evitar dolores musculares si paso muchas horas sentado?
Es fundamental cuidar la ergonomía del puesto de trabajo. Asegúrate de que la silla tenga buen apoyo lumbar, la pantalla esté a la altura de los ojos y puedas apoyar completamente los pies. También es recomendable realizar estiramientos cada hora y cambiar de postura regularmente. Puedes revisar nuestras recomendaciones sobre sillas ergonómicas de oficina para mejorar tu espacio.
¿Qué puedo hacer si tengo poco tiempo para comer saludable?
La clave es la planificación. Preparar los menús con antelación te permitirá ahorrar tiempo y evitar decisiones impulsivas. Incluye alimentos frescos y fáciles de transportar.
¿Qué consejos hay para mejorar el ánimo y reducir el estrés?
Crear un entorno agradable con buena iluminación, plantas y algo de música suave puede influir positivamente. Además, respetar tus descansos, salir a caminar o incorporar rutinas de respiración o mindfulness son prácticas muy efectivas. También puedes inspirarte en estas ideas para decorar una oficina en Madrid que te ayude a sentirte mejor.
¿Vale la pena preparar comida de casa?
Sí, sin duda. Llevar comida preparada te permite controlar ingredientes, ahorrar dinero y cuidar tu salud. Además, puedes evitar los excesos de sal, azúcar y grasas comunes en opciones de comida rápida. Una opción sencilla es hacer batch cooking el domingo y repartir en tuppers.
¿Puedo hacer ejercicio en una oficina pequeña?
Sí. Puedes realizar estiramientos en la silla, caminar durante las llamadas o subir escaleras en lugar de usar el ascensor. Incluso, hay mobiliario pensado para facilitar el movimiento, como escritorios regulables.
Conclusión: adoptar hábitos saludables en la oficina es más fácil de lo que parece
Recuerda: salud física y mental van de la mano
No se trata de cambiarlo todo de golpe, sino de incorporar pequeños hábitos que, con el tiempo, generan grandes resultados. Moverte más, alimentarte mejor, cuidar tu postura y desconectar adecuadamente te ayudará a sentirte mejor cada día y rendir más en tu trabajo.
¿Quieres mejorar tu espacio de trabajo? En Decora Oficina te ayudamos a crear oficinas más saludables, eficientes y adaptadas a ti.


