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La obesidad es uno de los problemas de salud más comunes en las personas que pasan mucho tiempo trabajando en una oficina y llevan un estilo de vida sedentario. Esta es una situación que se puede evitar, por medio de una dieta y la práctica constante de rutinas saludables.

Si no quieres engordar en la oficina, puedes evitar el sedentarismo ejerciendo algunas acciones sencillas que te permitan mantener un peso saludable, sin necesidad de cambiar mucho la rutina.

Utiliza la bicicleta o ve andando al trabajo

No siempre es necesario que lleves tu coche al trabajo. Por tanto, entre las mejores alternativas que existen para activar tu sistema circulatorio y muscular en general es usar una bicicleta o irte caminando hacia tu sitio de trabajo.

Esto no solo te ayuda a escala física sino también emocional, en vista de que el ejercicio cardiovascular suele provocar una reducción considerable de los niveles de estrés. Incluso andar en bicicleta es un ejercicio muy agradable con el que puedes disfrutar del camino mientras ejercitas tus piernas.

Incluso, ya sea que camines hasta tu oficina o te vayas en una bicicleta, tienes la oportunidad es escuchar música en el trayecto, algo que te proporciona un estado de relajación bastante agradable, con el que mejorará tu estado de ánimo y llegarás con energía a trabajar.

También te pueden resultar útil los consejos para mantenerte en forma usando la silla de tu oficina

Algo más de cardio, sube por las escaleras

El ejercicio cardiovascular que haces caminando hacia tu sitio de trabajo de ayuda a quemar calorías, algo que puedes complementar muy bien utilizando solo las escaleras del recinto. Esto es mucho más beneficioso para quienes trabajan en edificios, pues al prescindir del ascensor activan los músculos y circulación de las extremidades inferiores.

En caso de que trabajes en un piso muy elevado y te canses mucho al subir por las escaleras, puedes realizar algunas pausas cortas que te permitan descansar sin enfriar tus músculos. Esto puede parecerte fuerte al principio, pero en pocos días agarrarás el ritmo y te sentirás mucho mejor.

Menos bebidas azucaradas

Es importante que junto al ejercicio lleves una dieta sana tan efectiva como sea posible. Por ejemplo, puedes dejar de beber las bebidas azucaradas, pues ellas suelen promover el aumento de peso con rapidez porque es un carbohidrato que finalmente se convierte en grasa, acumulándose en diferentes tejidos del cuerpo.

En caso de que no puedas eliminar por completo las bebidas azucaradas, puedes optar por aquellas que no contienen azúcares añadidos o comienza a endulzar tu café o el té con productos edulcorantes como la Stevia o la sacarina, que son mucho más saludables y también endulzan los alimentos.

Hidrátate

Conserva tu cuerpo hidratado todo el tiempo. Para ello el agua es la mejor alternativa, en vista de que te ayuda a eliminar las toxinas del organismo, mejora la digestión y le brinda una apariencia atractiva a tu piel.

Además, cuando comienzas a realizar ejercicio de índole cardiovascular es muy importante que tomes agua con frecuencia porque esto estimula aún más la quema y expulsión de grasas y calorías presentes en el organismo.

Cuando consumes agua con frecuencia tu sistema urinario se ve muy beneficiado, en vista de que evita el desarrollo de infecciones en alguno de sus órganos, al tiempo que previene la formación de cálculos y arenilla en riñones y vejiga.

Fuera el picoteo mientras trabajas

El picoteo en la oficina es algo muy común pero no es nada saludable, en especial cuando se consume bollería industrial. Lo mejor es prescindir de esta práctica para evitar engordar con rapidez. Sin embargo, si es algo que te resulta muy difícil puedes optar por comerte alguna fruta o frutos secos como merienda, evitando posibles excesos.

Dentro de tu rutina de nutrición es mejor que incluyas alimentos saludables que te provoquen sensación de llenura y así te ayuden a controlar la ansiedad de comer con frecuencia. Con el pasar de los días notarás que esto te resulta muy beneficioso porque te reduce las ganas de picotear.

Estira las piernas de vez en cuando

La circulación sanguínea de las piernas suele verse bastante afectada cuando pasamos mucho tiempo sentados frente al computador, algo que resulta muy molesto y hasta doloroso.

Para evitar esto es importante levantarse con frecuencia para estirar las piernas y así activar de nuevo la circulación de la sangre. Según la recomendación de los expertos, lo más adecuado es hacer una pausa de 15 minutos por cada hora de trabajo, tiempo en el que puedes ir al baño y caminar dentro del recinto para distraerte antes de iniciar el trabajo de nuevo.

En caso de que necesites enviar una información o dar un mensaje a alguien de otro departamento o que se encuentra en otro piso del mismo edificio, ve caminando para hablar directamente con la persona, utilizando para ello las escaleras, si es necesario, ejercitando así el cuerpo. Prescinde del uso del correo electrónico o WhatsApp.

Comida sana y casera

Si eres de las personas que deben trabajar corrido y no puedes ir a casa para comer, puedes llevarte el almuerzo a la oficina, para lo que te recomendamos que prepares comidas sanas, libres de grasas, azúcares añadidos y muchas harinas. Incluso si pides comida de restaurante debes pedir platos que sean saludables.

La comida casera siempre es la mejor alternativa para comer en la oficina, pues al prepararla puedes controlar bien los ingredientes que usas, evitando aquellos alimentos y aderezos que no resulten tan saludables como lo necesitas.

Haz pequeños ejercicios utilizando tu silla de oficina

Mientras cumples la pausa activa en el trabajo, puedes llevar a cabo una serie de pequeños y sencillos ejercicios utilizando la silla de oficina como instrumento ideal para activar los músculos y la circulación de la sangre.

Por ejemplo, puedes apoyarte de los reposabrazos, elevar los pies y flexionar un poco las rodillas, elevando el cuerpo, manteniéndolo así durante unos segundos mientras elevas la cara.

Si quieres ejercitar un poco tus brazos tienes la alternativa de flexionar los codos en un ángulo bastante corto y hacer unas pequeñas flexiones que permitan trabajar todos los músculos de los brazos, así como los del pecho.

Otro ejercicio práctico que puedes hacer con tu silla de trabajo es la sentadilla con una sola pierna, que consiste en levantarse apoyando solo una pierna, elevando la otra. Esto puedes repetirlo luego con la otra pierna y así ejercitas a ambas.

Apúntate a un gimnasio próximo a tu trabajo

Una de las mejores alternativas que existen para evitar engordar como consecuencia del trabajo frecuente en la oficina y el sedentarismo que esto produce es apuntándote en un gimnasio que quede cerca de tu lugar de trabajo. Busca las mejores alternativas con las que cuentas para ello alrededor del edificio.

Una vez que te apuntas en el gimnasio, coordina tu horario para que puedas ejercitarte antes de entrar o al salir de tu oficina, según el tipo de trabajo y el horario que cumples. Dependiendo de tus condiciones físicas, puedes realizar un tipo de ejercicio específico.

Para ello es importante que converses con un entrenador físico que te proporcione una rutina diaria que te permita ejercitar adecuadamente el cuerpo y evite que engordes como consecuencia del trabajo sedentario que realizas en la oficina.

Siempre que sigas todos estos consejos y apliques estos pequeños trucos que te mencionamos aquí, no tendrás problemas de sobrepeso por estar más de ochos horas sentado en una silla frente a un computador, pues tu cuerpo continuará activo constantemente.

Es importante recordarte que estas recomendaciones pueden ser ejecutadas por hombres y mujeres de cualquier edad, en vista de que el sedentarismo suele afectar la salud de las personas, sean jóvenes o mayores.

Evitar el desarrollo de una obesidad nada saludable es algo que depende, en gran medida, de nosotros, en vista de que existen alternativas como las que te planteamos aquí, con las que puedes quemar grasa y calorías de una manera sencilla, aun cuando llevas a cabo un trabajo de oficina en el que debes permanecer sentado por mucho tiempo.

El sedentarismo es la causa principal del aumento de peso en muchas personas, sin distinción de edad o sexo; precisamente por ello es indispensable realizar ejercicio con frecuencia, pues esto evita que se acumule la grasa en el cuerpo y previene el desarrollo de enfermedades metabólicas, mientras permite tonificar los músculos y mantenerlos activos todos los días, sin necesidad de hacer mucho esfuerzo para ello.